Es como que algunas cosas simplemente varían con el tiempo, se vuelven incongruentes y de a momentos
flaquean en tu vida. Es así como veo yo muchas cosas, imperceptibles y variables sen la linea de tiempo que vivo y donde me manejo. Un días las cosas no son tan buenas y otro, son perfectas. Capaz sea mi manera de ver las cosas y mi forma de ser tan frágil, por no decir cambiante. Puede que sea mi manera de responder ante las cosas cuándo me siento mal, atacar al otro y sentir que yo ya dí todo de mi. O como siempre, saber que las cosas van por otro lado y simplemente no poder encontrarle la vuelta de tuerca, no poder ver como hacer para que ese hueco en mi se llene de algo, por qué nadie es capaz de hacerlo y me frustra, me violenta y hace que estropee todo lo que tengo a mi alrededor.
Solo necesito un poco de apoyo, eso es lo que pienso siempre, pero no lo tengo. Al menos, no el que yo busco, por qué no existe y no va a existir momentáneamente.
Pero por otro lado, hay cosas que me gustan agradecer a la vida, que se creen algunos momentos y sea capaz de vivirlos. Por qué no todo es malo, no todo es algo incapaz de ser resuelto y de ser superado. Y es que a veces no puedo evitar sentirme mal cuándo me siento desolado, pero por el otro lado, no puedo evitar sentirme feliz y jocoso cuándo algo me hace sentir de la otra manera. Y es que ahora mis amigos me hacen sentir de esa manera.
Convivir una semana con cinco personas con caracteres tan opuestos no es algo fácil, pero fue posible para mi. Hubo momentos donde mi paciencia se rompió cuándo me sentía subestimado y como si no fuera nada, y otros donde no paso eso. Donde me mantuve al margen y pude evitar las peleas.
Pero hay una cosa que fue lo que mas me gusto del viaje es mi relación con Nico.
Las cosas son siempre raras me parece, o yo soy raro. Suelo desconfiar de todos, siempre existe ese miedo irracional de que están con vos por qué otra no les queda, que sos simplemente un conocido mas con el que hablan de vez en cuando. Pero no se, es como que esta vez puedo decir que debería dejar de joder las bolas. A veces las cosas van a flaquear y desestabilizarse un poco, perder su rumbo en la órbita donde vivimos. Pero son cosas que pasan. Puedo decir que hay confianza plena y que me gusta. El hecho de que pueda comentarle cosas de mi vida que a veces capaz callo, y que opine y diga lo que piensa que debería hacer es algo que me gusta. Muy pocas veces recibo consejos sin pedirlos, y me gusta que sucedan a veces.
Es así como puedo decir que me alegro de tenerlo de amigo, y de llamarle hermano. No es algo que muchas veces use, pero es algo que esta ahí, sin necesidad de expresarlo en palabras. Me gusta sentir que las cosas crecen al igual que nosotros, que nuestra confianza va cambiando y mejorando, y que en parte, nos abramos paso en este mundo de adultos en el que estamos entrando.
Las cosas no se pueden explicar con exactitud, esa sensación de que ya no tenes quince, de que tus historias no involucran mas cosas sin sentido y que las cosas que te cuentan, dejaron de ser infantiles. Son puramente superficiales, si, pero cosas que ya denotan la edad que tenemos y las puertas que se nos abren, las relaciones que vamos teniendo van transmutando y cambiando, dejando de ser simples pasos para ser huellas que dejan su impronta en nosotros. Por qué es ahora cuándo las cosas se vuelven eso, una marca en uno. Una que no vamos a poder dejar ir, borrar o tapar.
Y es así como me agrada el hecho de poder tener a mi mejor amigo en estas cosas, aunque a veces se que él me odia por mis actitudes tan pendejas y mi desconfianza, se que esto puede ser una gran amistad para rato. Y espero que lo sea así.
A veces es reconfortante poder escribir todo aquello que pensas, simplemente para sentir que no es algo que le debes al mundo, el expresarte. Eso que tanto te cuesta demostrar.
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